Fidelizar:
Conseguir, de
diferentes modos, que los empleados y clientes de una empresa permanezcan
fieles a ella.
(Definición de
la Real Academia de la Lengua Española)
Para conseguir una empresa sólida, es imprescindible
que todos los engranajes internos se muevan al unísono. Para ello, el estado de
motivación-implicación de cada uno de los estamentos debe ser alto, con el fin
de conseguir que cada decisión que se tome vaya a favor de la empresa.
Una política empresarial cada vez más extendida consiste
en reemplazar mandos intermedios experimentados en puestos de responsabilidad
por otros más económicos (y poco o nada experimentados). La premisa fundamental
de esta idea se basa en el ahorro económico a cambio de la formación continua interna. Es decir, contrato a
alguien barato y sin experiencia y le formo “a mi imagen y semejanza”. El
resultado real es que tengo en mi empresa a alguien sin experiencia tomando
decisiones trascendentes. La formación que le doy es insuficiente (siempre lo
es, más si la política económica que llevo es a la baja) y como el sueldo que
le doy es bajo (esa es la ventaja de esta medida, claro), la motivación (y la
implicación) también es baja. Y ésta es la persona que debe coordinar y motivar
a todo el personal que tiene a su cargo.
Para mayor inconveniente, cuando haya adquirido la
experiencia necesaria, él mismo se valorará mejor y querrá más dinero. Y le
reemplazaré por otro más barato y empezará el ciclo de nuevo. Y siempre estaré
formando a alguien, siempre tendré a alguien inexperto tomando decisiones y
siempre tendré a alguien desmotivado pensando en salir de la empresa.
Esto, que parece un suicidio empresarial, es el día
a día del 80% de las empresas españolas. Pero, ¿realmente es tal el beneficio para la empresa que consigo con el ahorro en
el gasto de personal? Veamos si es así.
Puede que tu empresa tenga
muy buena imagen, y por eso puedas permitirte arriesgar con este tipo de
políticas. Nunca olvides que las empresas las hacen y deshacen las personas, y
que tras décadas de éxitos, basta con un error para perder a un cliente. Tienes
gente a tu cargo que conoce la empresa, que cree y se identifica con ella, que
se implica, ¿por qué arriesgar?
¿Cuánto me cuesta fidelizar a un empleado? No sólo
es cuestión de dinero. El dinero sin valores forma mercenarios. La fidelización
es un paso más. Es hacer partícipe al empleado, crear un vínculo entre empleado
y empresa que no se rompa por unos pocos euros (quién no ha sentido envidia
cuando alguien le comenta que no se iría de su actual puesto de trabajo aunque
le ofrecieran más dinero en otro sitio…). Por ejemplo, veamos una serie de tangibles
e intangibles muy valorados:
- Proporciona seguridad. Mi abuelo siempre decía que es mejor “muchos pocos que pocos muchos”. A veces la sensación de inestabilidad en la empresa es suficiente para que el empleado ponga su vista fuera y piense en tantear el mercado laboral, sin pensar si podría ganar más fuera de la empresa.
- Proporciona información. Es más fácil que un empleado se implique con la empresa si sabe qué está pasando en la empresa.
- Motiva a la gente que tiene que motivar. Da independencia y apoyo en las decisiones, que se sientan seguros de que cuentan con el respaldo de la empresa. Valora sus iniciativas… (ver post “¿Eres el líder o sólo el que manda?” de diciembre 2011 HTTP://DIRECTIVOSORG.BLOGSPOT.COM.ES/2011/12/ERES-EL-LIDER-O-SOLO-EL-QUE-MANDA.HTML).
- Sé detallista con los empleados: cestas por nacimiento de hijo, de Navidad (HTTP://DIRECTIVOSORG.BLOGSPOT.COM.ES/2011/12/EXTRA-DE-NAVIDAD-I-LA-CESTA-DE-NAVIDAD.HTML), Company days out (eventos mitad profesional - mitad ocio fuera de las oficinas para hacer equipo).
- Incluye medidas de Acción Social Empresarial (Responsabilidad Social): Dietas, cheques guardería, ayudas de estudios para hijos, facilidades de conciliación familiar (teletrabajo algún día de la semana, jornada reducida, guarderías en el propio centro de trabajo…), seguro médico adicional, etc.
- Facilita un Plan de Carrera o promoción interna: Si tu empleado sabe que puede progresar en la empresa, su motivación profesional estará dentro de tu empresa.
Los mandos intermedios son los que realmente
sostienen el día a día de nuestra empresa. Son los que ejecutan nuestras
instrucciones y los que dirigen los equipos de trabajo al pie del cañón. Rodearte
de gente experimentada y motivada te hará mejor jefe, y hará mejor a tu
empresa. Y haz de la CALIDAD uno de los baluartes de tu empresa. De nada valen
certificaciones como la UNE EN ISO 9001 o el sello EFQM si luego no hay
correspondencia con la realidad.
Identifica, contrata, potencia y conserva TALENTOS.
Fideliza empleados para fildelizar clientes