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miércoles, 20 de febrero de 2013

TÉCNICAS DE NEGOCIACIÓN (III): DECIR NO, SI ES NO, ES BUENO

"Hay que decir NO a mil cosas para estar seguro de que no te estás equivocando o que intentas abarcar demasiado"
Steve Jobs

Parece mentira que dos letras nos causen tantos problemas. A lo largo de nuestra vida, nos vemos metidos en situaciones que no deseamos simplemente por el hecho de no saber negarnos. Y digo no saber en vez de no querer. Decir NO es un arte que todo directivo debe aprender.

N-O; NO; NO; NO

Pues en un principio no parece muy complicado. De hecho, lo practicamos continuamente cuando tenemos confianza. En esos casos, es muy fácil negarte (familia, amigos, ...). Te sientes seguro de tu respuesta y de la reacción del otro, porque como "hay confianza"...

Entonces, ¿decir NO depende de la confianza? Definitivamente si. Depende de la seguridad que tengas de la situación y del entorno. En ocasiones tenemos miedo o duda de la reacción que generará en el otro un NO por nuestra parte. Culturalmente, tenemos interiorizado que una negación es una respuesta de agresión o rechazo al interlocutor, por lo que si tu jefe te propone un plan, tiendes a utilizar tus mecanismos de defensa para salir cuanto antes de la situación de estrés, por lo que dices SI sin pensar demasiado. Un rato más tarde, en frío, analizas la respuesta y ves que te has equivocado, e incluso peor, has hecho equivocarse a tu jefe.

Insisto. N-O. N-O. NO.NO.NO. Sigue practicando mientras lees un poco más.

Imagina una situación en la que a tu jefe se le ha ocurrido una idea para mejorar las ventas de la empresa. Tú, sin analizar la situación, le das la palmada en la espalda diciendo: "Es buena idea". Pero no lo has analizado. Simplemente no has querido enfrentarte a su idea y la has dado por buena. El error en ese caso es tuyo y no suyo, ya que no le estás ayudando. Si no eres capaz de verlo así, imagina que es a ti a quien se le ocurre una idea, y que tus subordinados no te alertan de los riesgos de esa idea ¿les darías las gracias si terminas metiendo la pata?

Lo que conseguimos saliendo lo antes posible de la situación de estrés que nos genera tener que contradecir a alguien, es sustituir ese momento por toda una serie de sensaciones y sentimientos tras haber aceptado algo sin querer: ANGUSTIA, FRUSTRACIÓN, VULNERABILIDAD, INDEFENSIÓN, DEBILIDAD, PÉRDIDA DE AUTOESTIMA, PÉRDIDA DE AUTOAFIRMACIÓN...

El hecho de decir NO es una característica incluida dentro de la ASERTIVIDAD, que se definiría como un comportamiento comunicacional en el cual la persona no agrede ni se somete a la voluntad de otras personas, sino que manifiesta sus convicciones y defiende sus derechos. Como estrategia y estilo de comunicación, la asertividad se sitúa en un punto intermedio entre otras dos conductas polares: la agresividad y la pasividad.

Una vez más: NO. NO. NO

Ya sabemos pronunciarlo, pero ¿cómo aplicarlo?

Ante una situación de decisión, debemos:

  1. Escuchar activamente. Debemos conseguir toda la información necesaria para afianzar nuestra decisión. Si tienes dudas, pide aclaraciones y no te quedes con la información a medias.
  2. Expresa claramente tu respuesta. Claro, conciso y correcto. Repítela tantas veces insistan. Nunca te justifiques, porque te hará perder peso ante los otros y sobre todo, ante ti mismo, con lo que perderás confianza y te acercarás a un SI no deseado.
  3. NO a la culpabilidad. Si crees que tus explicaciones no han quedado claras, repítelas desde el punto de vista emocional, detallando qué implicaría para ti tener que decir SI cuando piensas que la respuesta correcta es NO. Esto provocará EMPATÍA (ver http://www.directivosorg.blogspot.com.es/2011/12/inteligencia-emocional-ii-la-empatia.html ).
  4. Abre una puerta al diálogo, preguntando por alternativas. Esto puede provocar que la otra persona termine decidiendo lo mismo que tú.
  5. Resume tu postura. Concluye recopilando la información inicial y tus motivos para decidir.
Hay quien, como mecanismo de defensa (en este caso por falta de conocimientos sobre el tema a tratar), dice que NO a todo, sin pararse a razonar. Este caso de PREPOTENCIA IGNORANTE lo trataremos en otra ocasión.

Decidir no es una tarea aislada de la actividad laboral: cada una de las elecciones que toma un empresario o responsable de departamento inciden en toda la empresa. El proceso de toma de decisiones resulta una de las funciones más importantes de las personas que dirigen empresas y equipos de trabajo. Si en el proceso sólo tienes una respuesta posible, estarás debilitando tu postura y la de tu empresa.

Como ejercicio, debes hacer un recuento de las últimas 5 ocasiones en las que dijiste SI cuando quisiste decir NO, y te invito a reflexionar sobre los motivos reales que te llevaron a decidir contra tu voluntad.

Y ahora, puedes decirme claramente que NO quieres.