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lunes, 19 de diciembre de 2011

EXTRA DE NAVIDAD (II): LAS COMIDAS DE EMPRESA EN NAVIDAD


“Quien dijo que al pueblo se le contenta con Panem et circenses (pan y circo) nunca estuvo en el foso con los leones”

Al acercarse tan señaladas fechas, quien más y quien menos ya ha tenido la ocasión de participar en alguna comida de empresa. He creído conveniente hacer una reflexión al respecto, para optimizar los resultados de esta herramienta para la empresa. Y digo bien: herramienta para la empresa. Es una manera de mejorar la imagen de la empresa entre los trabajadores, de conseguir que se relacionen más entre los distintos departamentos de la empresa (muchos se ponen cara en estas fiestas), y un instrumento muy bueno de reconocimiento del trabajo realizado.

Quizá algunos empleados tengan más a menudo comidas de empresa (con proveedores, con socios, con la competencia, con clientes, con Administraciones,…), pero no toda la jerarquía de la empresa participa en ellas. Por eso, es importante valorar lo que para el resto es una excepción anual. Os daré unos consejos al respecto:

·   Ha de ser una fiesta. No se debe hablar de trabajo salvo por un MUY BREVE discurso del máximo mandatario asistente. En él, se debe hablar en clave positiva y de tranquilidad para todos, independientemente del estado actual de la empresa, y que quede como un agradecimiento por el esfuerzo realizado a lo largo de todo el año.
·    Siempre debe pagarla la empresa. Con la Crisis, se ha puesto de moda que cada uno se pague lo suyo. Consecuencia de esto, el pensamiento más extendido es que “cada uno gasta su dinero con quien quiere”, así que los empleados tienden a no ir, o ir descontentos. Si económicamente no es viable, se puede pasar del menú estilo boda al menú del día, de ahí al cocktail; e incluso sólo unas cañas en el bar de la esquina o una barbacoa en la obra (según sector),  el último día antes de las vacaciones de la mayoría de la plantilla.
·   Mejor cena que comida y mejor fin de semana. El tiempo de evento es el mismo, entorpece menos la productividad y siempre lo puede alargar cada uno a su antojo. Para cualquiera de los asistentes, en esa situación es más sencillo irse a casa nada más cenar sin llamar demasiado la atención.
·     Haz partícipes a los cónyuges. Un ambiente familiar da mucha más robustez al grupo.
·     Nunca hagas una mesa de jefes. Las jerarquías ese día no cuentan.
·     Informa del evento al personal de baja y vacaciones. Es importante contar con todo el equipo.
·  Sobre todo, intenta ser amable con todo el mundo ese día. Entre plato y plato aprovecha para levantarte por las mesas e ir felicitando las fiestas a los distintos grupos.
·  Procura que haya un detalle recordatorio para los asistentes. Recordad lo que hablábamos en otro post sobre la asociación de ideas. También se puede hacer algún tipo de sorteo o concurso.

Como resumen, la comida de Navidad ideal sería una cena de viernes o sábado, pagada por la empresa, con asistencia de los cónyuges, con la presencia de toda la plantilla, con cada responsable sentado en la mesa de su equipo, y con un ambiente festivo y familiar. Después de todo, es NAVIDAD.