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jueves, 15 de diciembre de 2011

¿ERES EL LÍDER O SÓLO EL QUE MANDA?


“Si tus acciones inspiran a otros a soñar más, aprender más, hacer más y ser mejores, eres un líder"
                                    Jack Welch

Seguro que muchos habéis utilizado las palabras jefe y líder como sinónimos. Reconozco que yo el primero. Pues quizá os sorprenda saber que no tienen nada que ver. NADA. Un jefe puede no ser un líder, y un líder puede no ser un jefe. Mi empeño personal es conseguir que el mayor número posible de jefes sean además líderes.

En la entradilla ya habéis tenido la ocasión de ver la descripción de un líder. Jack Welch lo era, y por eso dejó la dirección de General Electric tras convertirla en una de las compañías más grandes del mundo para montar su propio negocio de asesoramiento a empresas. Ha sido nombrado ejecutivo del s.XX, por cierto… así que algo de esto sabrá.

La diferencia más clara es que mientras que a un jefe se le sigue por obligación, a un líder se le sigue por convicción. Como todo, siempre depende del interlocutor, ya que mientras hay gente que necesita un referente de inspiración para motivarse, otros prefieren que alguien coja las riendas de sus decisiones y les guíen en cada momento.

Hay muchas clasificaciones de tipos de liderazgo. En el libro “El liderazgo que da resultados” de Goleman,  aparece la que más me gusta. Son 6 categorías distintas, y cada una marca un matiz distinto de liderazgo. Os propongo una evaluación de vuestro estilo en 2 fases. La primera fase es inmediata: simplemente ordenadlas por semejanza a vuestro estilo, según vuestra propia opinión. La segunda fase consistirá en preguntar a vuestros subordinados, bien a través de Encuestas de Clima Laboral (en otra ocasión aprenderemos a elaborarlas correctamente y a utilizar las conclusiones) o bien a través de consulta directa. Veréis que es realmente sorprendente cómo difiere la opinión que tenemos de nosotros mismos de la que tienen los demás. 
Ahí vamos:

·        Directivo: Dice a los subordinados lo que deben hacer.
·        Orientativo: Da una visión de cómo hay que hacerlo, explicando qué hay detrás de cada decisión.
·        Afiliativo: Se preocupa más por la persona que por los resultados.
·        Participativo: toma las decisiones por consenso.
·        Imitativo: Lidera a través de dar ejemplo (hay que hacerlo como lo hace él)
·        Capacitador: Permite que el empleado lo haga a su manera.

¿Qué problemas encontramos en esta clasificación? Sobre todo que no vale comportarse con todo el mundo de igual manera. Repito. No vale comportarse con todo el mundo de igual manera. Como decía en párrafos anteriores, tu comportamiento debe adaptarse en parte al subordinado, porque cada uno tiene una forma de ser y unas motivaciones distintas. Seguramente tengáis gente a vuestro cargo que pueda caminar sola y que con apenas un reporte quincenal de su trabajo sea suficiente para vosotros. Tiene vuestra confianza y por eso podéis ser capacitadores. En cambio, hay otros que tienden a dispersarse y necesitan de vosotros que seáis orientativos. El extremo está en alguien que te obliga a ser directivo: “¡haz lo que yo te digo tal cual te lo digo!”. El hecho de sincronizar tu comportamiento a su demanda hará que el subordinado te considere su líder. Lo contrario, que se desmotive.

Un ejemplo para explicar lo anterior: Una persona segura de sí misma, que se cree capaz de realizar un trabajo con independencia, no valorará positivamente que te tenga que consultar/reportar con frecuencia. En cambio, una persona con poca seguridad en sí misma requerirá continuamente tu tutela. Si no, sentirá que le has dejado solo con el problema. Como opinión personal, salvo contadas excepciones, si alguien te obliga a ser directivo con él siempre (en todas sus tareas, en todo momento), su elección para ese puesto concreto no ha sido la correcta.

Por tanto, después de lo visto es probable que vuestra clasificación como jefe se debata entre varias de ellas. Sacad un tanto por ciento y estaréis definidos como jefes.

Comentario a tener en cuenta. Fijaos en el nombre del estilo más “tirano” de los 6: DIRECTIVO. Se confirma lo que comentaba el primer día. La idea primitiva es que el que dirige diga lo que hay que hacer. El objetivo de este blog es que terminéis simplemente por decir qué queréis conseguir.  Esto será posible cuando consigamos ser buenos directivos, con un buen equipo de trabajo, bien seleccionado y bien motivado. Con un buen método de trabajo, con unos objetivos claros y unas competencias bien marcadas, etc. Tranquilos. Iremos poco a poco tachando de la lista.