Tener un detalle con los empleados en Navidad: no
necesariamente más de 50€ por cabeza. Que durante los siguientes meses los
empleados trabajen más y mejor: no
tiene precio.
España es un país de tradiciones, eso es
indiscutible. Lo sabían aquellos viticultores que se juntaron un año de grandes
excedentes a principios del siglo pasado, difundiendo que sería magnífico
despedir el año tomando unas uvas. No les fue mal. Ni a ellos y ni a sus
herederos (Ya comentaremos en otra ocasión este tipo de Marketing).
Pues bien, en tan señaladas fechas es tradición que
la empresa colabore en la celebración familiar con algunos agasajos.
Lamentablemente, la Crisis
hace desaparecer los “gastos innecesarios”, y éste siempre es uno de los
primeros en la lista. Para nosotros como jefes, es un gasto totalmente evitable
(ya les doy paga extra). Dejadme que os abra un poco los ojos contando la
historia vista desde la otra orilla:
Llega un trabajador a su casa justo antes de las
fiestas navideñas. Su familia (cónyuge e hijos, que en esto cuentan mucho)
pregunta por tan codiciado tesoro. El trabajador, ya molesto de por sí con la
situación, explica que debido a recortes este año no habrá cesta de Navidad.
Los siguientes comentarios que recibe no hacen sino reforzar la mala imagen que
ese trabajador tiene en ese momento de la empresa. Si en algún momento había
pensado solidarizarse con el empresario, ése es el momento en el que la
solidaridad muere junto con la motivación, y ya tienes un empleado rindiendo
unos puntos por debajo de lo normal durante los próximos meses (no olvidemos
que ese sentimiento seguirá retroalimentándose diariamente con la opinión del
entorno familiar).
El caso opuesto. Llega un trabajador a casa justo antes
de las fiestas navideñas. Su familia ve que viene con una caja de regalo con el
logo de la empresa y detalles navideños (la asociación de ideas es muy
importante). La familia completa abre la cesta. En esos momentos sólo habrá
comentarios buenos hacia la empresa. El trabajador verá reforzada entonces su
buena conducta hacia la empresa. Si se diera el caso de que la cesta no es tan
buena como la del año pasado, todo el mundo aceptará que hay una Crisis, y que
demasiado tienen por recibir algo. Durante los próximos meses, el trabajador se
verá mucho más ligado a la empresa, con un rendimiento bastantes puntos por
encima de lo normal. Por no más de 50€ jamón, queso, vino, turrones y lealtad.
Pensadlo.