“Ser el más rico del
cementerio no es lo que más me importa... Acostarme por la noche y pensar que
he hecho algo genial. Eso es lo que más me importa”.
Steve
Jobs (probablemente el más rico del cementerio)
Hasta ahora hemos visto cómo motivar a nuestros
subordinados, cómo guiarles para que sean más productivos y por qué no, más
felices en sus puestos de trabajo. Pero, ¿qué hay de nuestra motivación?
En un post de diciembre ya comenté la importancia de
dedicar cada día un tiempo a nosotros mismos. A ordenar nuestras ideas, a
encontrar nuestros errores, a buscar nuevas metas. ¿A encontrar nuestros
errores? Digo bien. La idea de pensar detenidamente en nuestros actos cada día
nos hará descubrir otros caminos que deberíamos haber seguido para conseguir
mejores resultados, y que a primera vista se nos habían escapado.
Esta capacidad de autocrítica se entrena, así que,
como un deportista de élite, debes trabajar TODOS LOS DÍAS en ti y en tu gente.
En el último post aprendimos qué es criticar. Es
evaluar una actitud para que, reforzando o corrigiendo, consigamos los
objetivos planteados con un extra de motivación. Y con nosotros mismos sucede
exactamente igual.
Nosotros también
necesitamos un pequeño empujoncito que nos haga cada día levantarnos de la cama e
ir al trabajo con ganas de hacer más y mejor. Supongo
que todos habréis leído o escuchado un discurso que dio Steve Jobs (Mr. Apple)
en la Universidad de Stanford. Reconozco que yo lo he visto demasiadas veces.
Las primeras veces me pareció tan demagógico que consiguió sacar algo de mal
humor de mi interior.
«Cada día me miro en el espejo y me pregunto: "Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo
que voy a hacer hoy?". Si la respuesta es "no" durante demasiados días seguidos, sé que
necesito cambiar algo».
Pensé “qué fácil es decir eso para una persona que
con 25 años tenía acumulados más de 100 millones de dólares”. Pero poco a poco
fui analizando ese sentimiento negativo. Era una mezcla de envidia y admiración.
Y por qué no, algo de frustración por ver ese objetivo tan inalcanzable cumplido en otra persona. No el
económico (que también). Sobre todo, poderte dedicar a lo que realmente te
gusta. Todos en algún momento hemos valorado ese sentimiento de superación al
escuchar cómo el hijo de un albañil, de un fontanero o de un repartidor había
llegado a triunfar profesionalmente hasta alcanzar el éxito. Pero nunca al
plantearnos “¿y por qué yo no?” hemos tenido el valor para darnos una respuesta. Y es que, sea cual sea nuestra situación, siempre podemos luchar para cambiarla.
Mi primer vídeo en el blog es parte de la película
En busca de la Felicidad. Para los que hayáis participado en sesiones de
Coaching quizá os resulte conocida. Es un gran ejemplo a seguir. Para los cinéfilos
como yo, me parece la mejor actuación de Will Smith, con un gran guión y sobre
todo, con una gran lección de vida.
Agradezco a Javi Gálvez el buen montaje del vídeo. Disfrutadlo, proteged vuestros sueños y luchad por ellos.