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domingo, 4 de noviembre de 2012

COACHING II: PLAN DE MEJORA CONTINUA


Quien pretenda una felicidad y sabiduría constantes, deberá acomodarse a frecuentes cambios
Confucio

Renovarse o morir. Así reza una de las expresiones más extendidas en nuestro vocabulario. Igual que C. Darwin decía en El origen de las especies, a lo que todo esto se refiere es a que si no eres capaz de adaptarte a las nuevas situaciones, acabarás sucumbiendo hasta desaparecer.

Con este post vamos a iniciar un viaje al cambio desde dos puntos de vista entrelazados: desde el punto de vista personal y desde el punto de vista empresarial. Y digo bien. Iniciar. Un coach debe ser como un padre empujando a su hijo en el columpio. Da los primeros empujones para mostrar el camino, y si en algún momento pierde fuerza de nuevo, apoya con otro impulso. Pero si tiene que dar impulso cada una de las veces que el niño "va y viene", termina siendo cansado para ambos: para el niño y para el padre.

El origen de toda renovación está en el CAMBIO. Fijaos. Cambio. Palabra aterradora. Significa que algo deja de ser como era para convertirse en otra cosa. Insisto. Palabra aterradora. Pero ¿qué tiene de aterrador el cambio?

En primer lugar, el cambio lucha contra uno de nuestros pilares fundamentales: La rutina. Ese conjunto de costumbres que nos permite realizar acciones de manera mecánica, reduciendo el esfuerzo mental al mínimo. Cómo te levantas cada mañana y apareces en tu puesto de trabajo, delante de la pantalla, sin tener muy claro cómo has elegido la ropa, qué gel has utilizado en tu higiene, o por qué carril de la carretera has conducido más tiempo. Pero da igual, porque has elegido la ropa en base a tu look diario, has elegido el gel de siempre y has llegado al trabajo por el camino de siempre.

La rutina nos da confianza. Si realizas una acción sabiendo el resultado que vas a obtener, el miedo desaparece, la atención prestada también por lo que reducimos el esfuerzo, y podemos "ocupar" nuestra mente en otras cosas [o en nada]. Y relacionado con esto viene la segunda parte de la aterradora palabra: Nos provoca incertidumbre.

Tenemos miedo a la incertidumbre. Por naturaleza. Miedo al ¿qué pasará? ¿seré capaz? De manera que en un plan de mejora continua, el resumen se basa en la lucha CAMBIO vs RUTINA. Y debemos vencer esa resistencia al cambio. Vamos a ello.

MEJORA PERSONAL:
Origen de todo esto. No puedo introducir cambios a mi alrededor si hago las cosas de la misma manera que siempre. Calificaríamos de necio a aquél que, después de 20 intentos de salir del punto A hacia el B, en el intento número 21 todavía pensara que puede llegar al punto C haciendo exactamente lo mismo que las 20 veces anteriores. Ahora piensa en tu día a día. Dedica un par de minutos antes de seguir para intentar recordar situaciones que vives a diario y no te gustan. Reacciones, discusiones, actos, ... Piensa cuántos de ellos has provocado tú. Y piensa cuántos de ellos podrían haber tenido otro final. 

Como hablábamos los primeros días, estos ejercicios de nada valen si no son sinceros. Esto no es un examen ni una entrevista de trabajo. No me importa si al final del post estás convencido de que das el 100%  de los pasos de manera impecable. Esto te tiene que servir a ti. Es un autoanálisis. Deja a un lado tu ego, y tu orgullo, y analízate. Si después de esto sigues pensando igual, lo siento por ti. Recuerda que el verdadero experto es aquél que asume ser un eterno aprendiz...

Seguimos. Después del análisis, toma un trozo de papel y escribe 2 columnas. En la primera, coloca las situaciones que no te han gustado y que crees que has podido hacer algo para evitar. En la segunda, aquellas en las que crees que no has podido hacer nada para evitarlas. A continuación, en las evitables, haz otros dos subgrupos: en el primero, si crees que ha sido debido a tu carácter, y en el segundo a tu posición. Me explico. Si es debido a tu carácter, independientemente del entorno y de la compañía, hubieras reaccionado igual. En cambio, si es debido a tu posición, has actuado así porque en esa circunstancia no tenías más remedio (estabas con tu jefe, con tu cónyuge, etc.) En el caso de las inevitables, escribe los motivos por los que piensas que son así. Sería algo así:

EVITABLES                                                                               INEVITABLES

Carácter                   Posición                                                        xxxxxxxx (motivos)

xxxxxxxx                     xxxxxxxxxx

Ya tienes casi listo tu plan de mejora. Falta algo.... algo importante cuando te planteas un cambio.... ¡Claro, un análisis de las virtudes! Analiza ahora tu día a día desde el punto de vista positivo. Cosas que te suceden a diario y de las cuales disfrutas. Analízalas con la misma sectorización que con las situaciones anteriores. Analiza si lo bueno que te pasa lo provocas tú o viene dado por terceros. Si dependen de tu carácter o de tu posición....

Bien. Con ambas listas en la mano, estás preparado para tu plan de mejora. Tienes que trabajar la primera lista para que las sensaciones que te aporten al finalizar el día se asemejen a las de la segunda lista. Para ello te vas a poner objetivos a cumplir (Éste es realmente tu plan de cambio). Paso a paso, como cuando comenzamos a andar. Bueno, realmente es lo que estamos haciendo, estamos aprendiendo a caminar de nuevo. Los primeros objetivos deben ir encaminados a mejorar lo más fácil, es decir, SITUACIONES EVITABLES POR CARÁCTER. Alguno estará preguntándose qué tiene de fácil cambiar cosas en el carácter. La respuesta es la siguiente: SÓLO DEPENDE DE TI. Ponte plazos de revisión, para ir analizando las mejoras obtenidas. Y para no dejar "lo difícil" aparcado hasta el infinito, debes ponerte objetivos de mejora también sobre esos puntos, aunque los plazos pueden ser mayores. Todos los puntos deben tener un objetivo de mejora. Si no puedes mejorar la situación, puedes mejorar la manera de afrontarlo.... Insisto.  TODOS LOS PUNTOS DEBEN TENER OBJETIVO DE MEJORA.

Bueno, hablamos de conducta, comportamiento, actitud.... Ahora vamos con la:

MEJORA EMPRESARIAL:

Ya he terminado. 

¿Qué no he escrito nada? Escrito está. Será que no lo has sabido ver. El análisis anterior te sirve para cualquier ámbito de tu vida que quieras mejorar. Sólo debes cambiar el título de los grupos para que se adapten a lo que estás analizando. El secreto es, de cada objeto/situación/reacción a analizar, obtener el mayor número de parámetros, y así poder ir "desgranando" hasta que los cambios a efectuar sean pequeños y asequibles, en vez de un gran cambio. Paso a paso.

Ejemplo de adaptación para un cliente externo:

Tengo algún producto que se vende muy bien, pero alguno que se vende muy mal. Analizamos qué tiene de bueno el que se vende bien, es decir, por qué se valora tanto. Ahora vamos con el que vendemos peor. La pregunta es ¿por qué? ¿Precio, imagen, utilidad, demanda, competencia...? ¿puedo cambiar alguno de esos parámetros? ¿Puedo mejorar?

Ejemplo para un cliente interno:

Tengo algunos departamentos dentro de mi empresa que no funcionan según mis expectativas. Analizamos los individuos de cada grupo, las funciones encomendadas. ¿Hay problemas individuales o problemas generalizados? ¿Es problema de motivación, de medios disponibles, de organización? ¿Fallan todos los elementos de un departamento? ¿El problema es el responsable, la selección realizada?

Para mejorar hay que conocer qué mejorar. Para ello hay que analizar. Y para eso debemos aprender a hacerlo. Analizar un problema no es pensar una y otra vez en el problema. Es partirlo en trozos cada vez más pequeños, y cuando está partido en trozos indivisibles, empezar a arreglar trozo a trozo. Habrás reducido el esfuerzo que te lleva a introducir un cambio.

Debes romper tu rutina en aquellas cosas que merecen un cambio. Debes elegir otro camino para que saliendo del punto A, no termines en el frustrante punto B como siempre... y el hecho de plantearte que existe un punto C, te acerca a la posibilidad de llegar a él.

Buen Cambio para todos